Todo empezó hace 10 años cuando tuve una lesión cervical. Me diagnosticaron una hernia discal entre las últimas dos vertebras cervicales.

Vine visitarme con la Dra. Angela Olaru por recomendación de mi dermatólogo, el doctor Ignacio Umbert.

La verdad es que era bastante escéptica. Ya había estado por muchos años bajo el cuidado de otra doctora quiropráctica, que me ayudó y que aprecio mucho.

Sin embargo, el fuerte dolor y sensación de continua tensión en el cuello me seguían torturando a diario.

Mi experiencia fue muy buena.

Pocas semanas después de empezar el tratamiento con la Dra. Angela y su equipo de fisioterapia encontré mucho alivio. La sorpresa fue cuando la Dra. Angela me envío al dentista para corregir mi oclusión dentar. Nada se escapa a su atento ojo clínico.

Mi vida ha cambiado. Estoy de mucho mejor humor. He aprendido que lo más importante es tener una actitud positiva y encontrar soluciones, en vez de quejarse.

Llevo 11 años cuidándome con la quiropráctica y la recomiendo a todo el mundo desde la infancia.

Montserrat Martinez, 53 años, auxiliar clínica – administrativa

Quería mejorar el cuidado de mi columna. Vine con una lumbociatalgia y algo de miedo. Nunca me había dejado manipular las vertebras.

Mi experiencia fue altamente positiva. Tras los primeros contactos, la profesionalidad de Angela me convenció y me abandoné en sus manos, que desde la primera vez me transmitieron confianza.

El dolor remitió a las pocas semanas pero sigo bajo cuidado quiropráctico cada dos meses, desde hace tres años.

He aprendido aceptar con gratitud lo que tengo y cuidar mi columna de manera continua. Estoy más atento a la ergonomía y cuido mis abdominales.

Desde luego recomiendo la quiropráctica pero solo con un buen profesional.

Angel Conesa, Médico

Año 1 a.A. (antes de Angela)

Escoliosis, cifolordosis y artrosis (dorsal) ¡vaya personajillos! Hace más de 20 años que estos tres me acompañan fastidiándome tanto como han podido: pinzamientos continuos, dolores de estómago, contracturas, sobrecargas en las piernas y rodillas, ataques de lumbalgia…

-Esto no hay quién lo arregle -me digo a mi mismo-.

-Si con 40 años estoy así, ¿cómo estaré a los 70? –me pregunto-.

Año 0

Ramón Montero, excelente persona y gran optimista, me habla continuamente de Angela. Las lumbalgias de Ramón son cada vez menos frecuentes y menos intensas.

-‘Has de visitar a Angela’ – me repite-

-‘Ponte en sus manos que esto sí tiene arreglo’ – me asegura –

Francamente no tengo más opciones, la medicina tradicional no me ha servido de nada hasta el momento, sólo me ha enseñado una cosa, “resignación” (y buenas dosis de antiinflamatorios, claro).

En esta época hago un gran descubrimiento, la quiropráctica y todas sus ventajas.

Año 8 d.A. (después de Angela)

Los personajillos siguen estando, pero ahora son compañeros de viaje que no molestan, y si se atreven lo hacen con muchísima menor frecuencia e intensidad.

No es una esperanza llegar a los 70 con salud, es una realidad.

Algunas enseñanzas aprendidas con Angela

-“Mantener los tres vértices del triángulo equilibrados: FISICO, EMOCIONAL y QUIMICO (alimentación)”; es clave para el bienestar y la felicidad.

-“La disciplina es imprescindible para conseguir el equilibrio”; en particular, hablando de lo FISICO, los 15-20 min. de abdominales y estiramientos diarios al levantarme han sido y son un extraordinario complemento.

-“Ser optimista cura”; Angela predica con el ejemplo ejerciendo su optimismo contagioso.

-“Saber escuchar mi cuerpo e interpretar sensaciones me ahorra problemas”; no hay nada mejor que un buen ajuste a tiempo (siempre de manos de la experta Dra.Angela).

-¡Qué buenos son los antioxidantes y los Omega 3,6,7 y 9! ¡Evita los fármacos! ¡Ojo con los conservantes! ¡Te faltan minerales! –Me dice Angela

-“Los dolores de espalda no siempre tienen origen en la columna: la dentadura, la posición de las piernas, pies y caderas, la alimentación, el estrés,…”; Angela ejerce eficazmente la función de “médico de cabecera”, gracias a ella he priorizado el mantenimiento de mi dentadura y estoy siendo visitado por un gran especialista podólogo, entre otras derivaciones a especialistas.

Agradecimiento

Gracias Angela por tu aportación y gracias también a tu equipo, Maite, Maria Rosa y Lidia, por ser tan profesionales y entrañables.

Habéis conseguido entre todas que vuestra consulta sea mi casa.

Ramón Bea, 48 años, Ingeniero

Hace más de cinco años, el menor de nuestros hijos se quejaba de mucho dolor de espalda. Fue el primero en visitar la consulta de la Dra. Ángela Olarú, próxima a nuestra vivienda.

A raíz de los resultados logró convencer a sus hermanos, que se quejaban de molestias en la rodilla, etc. Ahora ya toda la familia lleva más de cinco años visitándose regularmente y con los ajustes quiroprácticos gozamos de buena salud.

A nuestra nuera, que vive en Alemania también la pasamos por la consulta. Hace dos años tuvo un ataque de ciática muy agudo debido a una hernia discal lumbar. Vino especialmente para visitarse y tratarse con la doctora Angela Olaru. Pocos meses después se quedó embarazada. Tuvo un embarazo muy buenoy un parto natural perfecto.

Ahora solo falta pasar por la consulta a nuestra nieta Leila, bebé de pocos meses.

Pronto pasará su primer chequeo quiropráctico.

El compaginar adecuadamente trabajo sedentario de escritorio, programas de fitness de los gimnasios con gimnasia regular y alimentación adecuada nos ha convencido y acudimos con gusto a las visitas periódicas de mantenimiento. También nos gusta recomendarlo a nuestros amigos y parientes.

Muchas Gracias a Ángela y todo el personal de la consulta.

Andrés Gómez Núñez, 57 años y toda su familia.

Hace unos seis años, se me diagnosticó una escoliosis bastante pronunciada. En ese entonces, yo hacía excursionismo, y no pude ir de ruta 15 días en verano con mi grupo excursionista porque el traumatólogo me prohibió llevar mucho peso. Además, me prescribió el uso de un alza, que debía llevar en mi zapato izquierdo, pues tenía una pierna un poco más corta que la otra.

Poco después de ese diagnóstico, fui a la consulta de la doctora Angela Olaru, ya que mi madre había acudido allí anteriormente recomendada por una amiga.

Nuestra sorpresa fue mayúscula al ver que me hicieron prescindir del alza, como algo innecesario pues mi desviación podía ser tratada y corregida con tratamiento quiropráctico y ejercicios posturales diarios.

Ahora, seis años más tarde, después de un tratamiento regular, estoy perfectamente equilibrada de ambas piernas y puedo hacer vida normal, ya que mi escoliosis se ha corregido prácticamente del todo.

Para mí, ha sido una experiencia muy beneficiosa, y estoy contenta de poder acudir a la consulta para ver cómo va mi espalda y para preguntar también otras dudas que tengo acerca de mi salud.

En base a mi experiencia, recomiendo muy positivamente una visita al quiropráctico.

Marina M. S., estudiante, 20 años

La verdad es que no sé como empezar, pero ahí va el tema, empecé a tener vértigos , acudí al médico de cabecera, me recetó pastillas, después de tres meses estaba peor que al principio por lo que consulté a una conocida y me aconsejó el centro quiropráctico de la Dra. Olaru en St. Cugat (Biovertixquiropractic). Fui y empecé el tratamiento quiropráctico.

Ha sido durísimo (de lo malo lo peor) pero creo que ha valido la pena.

Después de dos meses estoy mucho mejor sin tomar ninguna medicación y espero dentro de poco estar bien del todo.

Gracias Angela (permíteme que te llame por el nombre).

Mercè Roca, Jubilada,

El motivo de mi primera visita, fue debido al dolor bilateral en la zona de las caderas, radiando hacia las rodillas, pies y testículos, que llevaba sufriendo durante 4 años.

Después de 4 años sin poder desarrollar ninguna actividad física con normalidad, habiendo visitado numerosos especialistas y sometiéndome a diferentes tratamientos, decidí acudir al centro quiropráctico Biovertix como último recurso para poder solucionar mi problema.

Mi experiencia ha sido extraordinariamente positiva, pues gracias al tratamiento combinado con la doctora Olaru y el fisioterapeuta, en 4 meses conseguí volver prácticamente a la normalidad, pudiendo realizar de nuevo mis actividades físicas: correr y nadar.

Respecto a los hábitos, intento mantener correctas posturas durante el día, he corregido la postura de dormir y realizo los ejercicios recomendados por la doctora y el fisioterapeuta a diario. Con lo cual, he aprendido a cuidar mi salud.

Hace aproximadamente 1 año desde que estoy bajo cuidado quiropráctico de mantenimiento, más o menos cada dos meses.

Sin duda, recomendaría el cuidado quiropráctico a otras personas y no sólo a personas con problemas, sino a todas aquellas personas que quieran cuidar su salud integral y prevenir posibles lesiones.

Sergi Manrique, informático 36 años

Mi experiencia con la Doctora Olaru comenzó en Julio de 2009.

Llegué a ella por referencia de un familiar.

El motivo era un dolor de espalda persistente y muy fuerte centrado en la columna que nadie se explicaba y para el que las soluciones propuestas habían sido calmantes-antiinflamatorios-relajantes musculares, masajes varios, acupuntura, medicina china, etc.. Sin resultados a destacar.

La consulta de la Doctora Olaru no había sido mi primera opción, ya me habían intentado tratar en diferentes mutuas, fisioterapeutas, osteòpatas, etc… Ninguna solución y ningún plan a seguir, ninguna explicación a mi dolencia.

El dolor que yo sentía no es que me molestara, es que me impedía llevar mi tren de vida, trabajar, había días que no podía casi ni andar. En un breve periodo de tiempo con la doctora y después de un tratamiento de choque al inicio recuperé mi movilidad. Simplemente después de unas sesiones fue como una liberación, mi dolor cesó.

En la actualidad y con un tratamiento de seguimiento periódico hago vida normal.

Jordi Dumenjó Gómez, Asesor Financiero, 32 años.

«Solo podemos tener palabras de agradecimiento, respeto y admiración por Ángela ahora y siempre. Cuando empecé a tener dolores de espalda, la gente de mi alrededor me decía que era normal (la edad, el estrés, las niñas, el trabajo..). Pero mi primer contacto con Ángela fue por mi hija (pensaba que lo mío no tenia solución!).

A raíz de llevar a mi hija mayor, empezamos a ir toda la familia y eso ha significado resolver todos los problemas que hemos ido teniendo relacionados con los dolores de espalda, dolores de cabeza, dolores musculares y muchas otras cosas que hemos ido aprendiendo a lo largo de los años.

Lo que más gusta, aparte de resolver el dolor, es todo lo que hemos ido aprendiendo de la doctora y del personal del centro. Ver que el paciente es un todo y no un conjunto de miembros y órganos, que es una persona y no un enfermo, no es muy frecuente en la medicina de hoy en día. Contamos siempre con Ángela y mis hijas, cuando ya hace demasiado tiempo que no la visitamos, me piden que las lleve porque necesitan un reajuste!

Mil gracias por todo a Ángela y a todo el personal del centro.»

Eva Guibernau, Aina, Paola Laura y Enric Sagrera, Sant Cugat del Vallés

Para mí es una gran satisfacción poder contar cómo empecé viniendo a la consulta.

Los beneficios que me ha dado sobre mi salud, han sido magníficos y permiten que a mis 76 años aún me mantenga en activo.

La verdad es que no me acuerdo cuantos años hace, que mi esposa, mi hijo y mi nuera venían a su consulta. Yo me iba quejando de dolores cervicales, y de vez en cuando lumbares. Ellos me decían que pidiese hora, que me lo solucionaría.

Pero por una cosa y otra, tardé dos años. A veces, los seres humanos nos enrocamos en algo sin ningún motivo.

Me contaban que usted corregía las cervicales y lumbares, y que al hacer crac quedaba resuelto el problema.

Usted ya sabe que por mi profesión viajo por todo el mundo. En aquel entonces, tuve algunos viajes a Irkoutsk, cerca del lago Baikal en Siberia.

Al decirme mi familia que cuando se sentía crac en los huesos quedaba el problema resuelto, me acordaba de una encargada de planta de un hotel que hay allí, estas que pasan toda la noche en una mesita del hotel para que todo el mundo se mantenga en orden, en el tiempo que le hablo, esto era muy normal en Rusia.

En fin, como decía antes, fue pasando el tiempo y temía que quizá en un crac de estos me dejase torcido con difícil recuperación, hasta que mi familia me convenció de que sufría porque quería.

Pedí hora y vine, ah! Pero a la llegada ocurrió lo siguiente: dejé el coche en el garaje, subí al ascensor con otra señora con un niño, que también venía del garaje. Me acuerdo perfectamente que cuando llegamos a la planta 0, subió usted y en los 10 segundos que tarda de ir de la planta 0 a la planta 1, pensé: “ esta señora sabe estar”. En la planta 1, bajamos todos, y yo, como no sabía dónde iba, di un poco de vuelta por el pasillo y al llegar a su puerta, vi que usted entraba muy decidida .

Pensé que era una paciente, pero pensé: si la doctora no había roto por la mitad a esta paciente, yo que hago el doble de volumen, tengo la vida asegurada.

Durante el tiempo de espera, vi que las señoritas auxiliares se movían como verdaderas gacelas, preparando informes, abriendo y cerrando puertas…

Mi gran sorpresa fue que cuando usted me recibió y dijo: “ soy la Doctora Angela Olaru” y pensé : “ Toma! La del ascensor” y aquí empezó la curación de mis cervicales y lumbares, _x000D_
Cosa que le agradezco muchísimo, porque me permite no dejar de hacer nada de mi vida normal.

Doctora, Muchas Gracias.

Albert Calzada Vilaseca, Empresario, 76 años