Conocer las posibilidades de la Quiropráctica ha sido un descubrimiento asombroso. A manos de la Dra. Olaru y su equipo, hemos mejorado exponencialmente nuestra calidad de vida y bienestar.
Antes, convivíamos con el dolor de espalda como algo ‘natural’ que nos acompañaba en la cotidianeidad de la vida. Cuando empezamos el tratamiento tomamos conciencia de que, ya desde las primeras sesiones, ¡teníamos una espalda que sorprendentemente no dolía!, y que algunas dolencias tenían su origen precisamente en las subluxaciones de la columna.
Al tratar su origen mediante recomendaciones posturales, ejercicios individualizados y la adquisición de mejores hábitos, además de los ajustes necesarios en nuestra columna, nos sentimos estupendamente bien.
Definitivamente, el cuerpo humano es agradecido cuando lo escuchas.
Además la confianza y profesionalidad de la Dra. Olaru y su estupendo equipo ha valido, sin duda, la pena.
¡Excelente equipo, grandes manos y buenas prácticas!